Átame en un abrazo fuerte.
Que el frío invierno de la soledad
en el verano atareado y fuerte de la ciudad
cruda, vaga y desesperada
no haga huir mis ánimos y mis alientos.
Recuérdame el sabor del amor,
recuérdame la calidad del placer
y las desdichas del querer de lleno,
hazme sentir el deseo implacable
y apacigua mi alma
con las caricias suaves de tus manos en mi cuello.
Luises Pérez
Viendo el bailar de las hadas en el perturbado cielo, la magia de la locura llego al aposento de la frágil moral, mostrándole al hombre que había llegado la hora de encontrar lo que había perdido… Un blog para leer algunas ideas de personas comunes y corrientes.
jueves, 31 de marzo de 2016
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