domingo, 30 de mayo de 2010

admon del blog

Pedimos disculpas a nuestros lectores por el abandono al que los hemos osmetido, tenemos mucho trabajo y no ha habido tiempo para el blog pero tranquilos que el 7 de junio volvemos con las publicaciones semanales y continuamos con la novela a diario
gracias y no olviden hacerse seguidores del blog jeje

domingo, 16 de mayo de 2010


te busco...
no se en donde pero te busco;
sigo tu rastro
tus huellas en el suelo
tu aroma tan dulce.

trato de mantener en mi mente
ese rostro tan dulce y bello
que me tranquiliza
que me suaviza el pensamiento
que persiste en la imaginación.

por que no vienes y me acompañas!!

he de llevarte al paraíso,
al paraíso lleno de fuego
donde las almas gimen sin un amor!!

acompáñame para darles sufrimiento y envidia a ellos!!

tratare de darte felicidad
tratare de darte tiernos momentos
quizás caricias salvajes
según donde me permitas llegar,
solo tu pondrás los límites!!

déjame mostrarte el cielo
darte alas por un momento
hacerte volar hacia la eternidad!!

déjame mostrarte el dulce sabor de la soledad...
de mi soledad!!

Luises Perez

lunes, 3 de mayo de 2010

Sin título I



Conexión… sucesión

El alma fumando sus tristezas
recuerda lo que fue un ayer
y anhela, impaciente,
lo que podrá ser un mañana.

Pero, ¿se preocupa por el hoy?
Hoy… donde se escapa
la brisa del otoño
el tibio beso de la noche
el incesante canto de las hojas
y el ensordecedor silencio… de la ausencia.

Silencio.

La vida transcurre, pasa, se mueve, se altera.
Busca una salida de la prisión interior,
esa sombra paciente y perturbadora
que la acompaña en el azar.

Sombra.

Impide sentir el pensamiento
y los sentidos.
Permite estar conciente.

Conciencia.



¿Para qué la justificación de los sentimientos?
La vida se vive, no se analiza.
No se busca la explicación del cielo.
No se abarca el conocimiento eterno.

Conexión.

Espíritu, placer, cuerpo… Neuropsicosis.
El extenso universo está en sí.
¿Para qué buscarlo en el exterior?
La complejidad de la danza vital y
el misterio de la escencia
conviven tras el ocre cristal de las dos lámparas.

Señal.

Lámparas de expresiones e intrigas!
una silueta refleja lo que aparentan,
la otra, lo que suspiran…

La respuesta se encuentra en él.
Aquel árbol del invierno
Que tras su veraz verano
Y su insuficiente primavera
Trastornó el sonido del amor.

Amor.

¿El equilibrio de la soledad y la costumbre?
¿El sello del acoplamiento de dos raíces?
¿o el súbito estado de la naturalidad?

Equilibrio…
Razones para comprender el bien,
acciones para encarnar el mal:
la perversión astral del hecho físico actual.
¿un equilibrio social o emocional?

Deseos.

Raíces conjugadas en busca de la salida…
una salida más allá del marfil y la serpiente.
Helechos que buscan una entrada….
La puerta a la tormenta; la ventana al pálpito de hierro.

Difícil es encontrar la forma.
Actuar sin lastimar al viento y al mar.
Sin terminar camino a la oscuridad,
Sin mencionar la absurda verdad;
Pero con el ingenio de la sinceridad.

Tiempo.

No hay manera de expresar lo real
ni la intención de entender lo casual.
Sólo hay tiempo
Para responder al intelectual…

Vikttor M. Quintero

Reflejo



Que bello seria ver tu reflejo en la luna
al tiempo que tu recuerdo olvido
con el ritmo de las nubes
que de improviso la tapan!!

Ver tu reflejo en el agua
mientras un pez que se mueve con ternura
lo deshace con pequeños movimientos
que me hacen pensar
en la majestuosidad de la naturaleza
y en la fragilidad de la belleza.

Porque no ver tu reflejo en el espejo que se quiebra
que da mala suerte o que rompe las barreras
que las brujas en su energía intentan crear??

Que bello solo decir que haces parte de mi pasado!!
Que bello solo decir: es a otra persona a la que amo!!


Luises Perez



Ella iba sentada a su lado, ebria pero aun consciente, cuando tomo la decisión de gritárselo, que mas da, solo tenia que fingir que no recordar si él reaccionaba mal, no tenia nada que perder, la borrachera empezaba a ganarle a la razón, sus manos en un movimiento tan delicado, tan limpio, se posaron en las rodillas de él, que mas da... Solo hay que fingir no recordar.

El sentado tratando de contener el deseo que empezaba a invadirlo, el viento entraba por la ventana y agitaba los cabellos de ella, rizos van, rizos vienen, su aroma cada vez mas cerca, esa combinación entre el vino y su perfume de amapolas, ¿que lo excitaría mas?, ella tocando sus piernas con esos largos dedos de forma espontanea, o ¿el olor de su cuerpo?.

Ella ya no tenia cuidado, lo único que quedaba en su mente era decirle que lo amaba, pero aun no podía, aun no, quito la mano de su pierna para arreglar sus cabellos y se recostó sobre él murmurando “creo que el viaje se mas hará mas cómodo sobre ti”, y él de forma automática la tomo entre sus brazos, ¡oh! Que bien se sentía aquello, toda la energía de ambos estaba concentrada en sus sentidos, cada movimiento cada respiración del otro, era registrada por los censores de sus cuerpos, que, se estimulaban cada vez mas. Es solo un viaje en taxi pensó él, mientras que ella estaba perdida en el inmenso mar del alcohol y los brazos fuertes que la sujetaban.

Que mas da, solo hay que fingir no recordar, se decía a si misma, como era posible que la vergüenza y el temor al rechazo fueran a dominarle. ¿Ella estaba borracha? si, pero hasta en este estado era incapaz de tener el valor suficiente para decírselo. La mano de él bajaba y subía lentamente por el escote en su espalda, y con cada caricia, con cada contacto, su cuerpo respondía con un pequeño suspiro, que pensaría el, ¿se estaría dando cuenta de lo que esta desatando? Que mas da, ella quería que pasara y lo estaba buscando, porque solo era una mojigata, tan preocupada de la opinión de la gente que enterraba sus sentimientos en lo más profundo, evitando cualquier molestia, cualquier nueva emoción que desestabilizara su turbada alma.

Ya era demasiado para él, de no ser por el chofer la habría hecho suya en ese mismo instante, cada vez que sus dedos se desgastaban en la piel desnuda de aquella espalda, un paraíso de sensaciones se desencadenaba en él, y después, un pequeño gemido de ella y se sumergía mas en el éxtasis del placer que solo se llega a sentir con el ser amado, Eres un caballero se dijo, eres un caballero, pero ella estaba allí tan dispuesta, tan feliz entre sus brazos, ¡tan borracha sobre su pecho! que dilema... Él no la tomaría en ese estado, no así, se limito solo a disfrutar de su aroma, de la suavidad de su piel, quería guardar todo sobre ella, así fácilmente, podría reproducir ese momento en la oscuridad de sus solitarias noches, que mas podía hacer, sus principios no le permitían abusar de ella.

“Sabes algo, creo que nunca amare a nadie como te amo a ti” dijo ella, mientras se sumía en un espeso sueño, ya el alcohol la había dominado, y las caricias de él, mas que provocarla, la relajaban, la hacían sentir segura, ¡que mas da! solo tenia que fingir olvidar, porque no decirlo y ya, porque no acabar con la angustia que la invadía, simple, lo decía y huía en sus sueños, el alcohol ayudaba, y sus brazos eran lo suficientemente cómodos para que ella estuviera ahí por siempre, ya lo había dicho, ya podía dormir en paz.

El chofer llego a su destino, él (que ya la tenia entre sus brazos) la llevo hasta su casa, hasta su cama, y contra su voluntad, partió de aquel lugar sin tocarla sin decirle nada, que mas da, ella estaba ebria, posiblemente no recordaría sus palabras, que mas da, ella había sido suya por una noche, quizá no pudo tener su cuerpo, pero si tuvo su alma, él se conformaba con saber que podía hacerla vibrar, con saber que ella también lo había deseado.

Cruel destino, maldita suerte, al menos murió feliz, pobre diabla, mandaste a tu amor a morir, quizá si el hubiera estado contigo esa noche… en tu cama, quizá si no hubieras llegado a la inconsciencia que ofrecen los sueños, quizá si le hubieras hecho el amor, él no habría muerto, porque es la realidad, él ya murió, ese maldito coche donde viajaban, donde tu fuiste feliz, por un instante, se lo llevo, ahora solo su esencia que queda en los miles de abismos de tu memoria, si, eso es lo único que queda, así es no volverá, ya no volverá, tonta, tonta eres, ¿por que no esperaste su respuesta?, ¿Por qué permitiste que el licor le ganara a tu mente?, sin embargo, y aunque ella nunca lo sabrá, él murió feliz, con el olor a amapola y vino en su nariz, con los rayos dorados de su cabello en los ojos, con la suavidad de su piel en sus manos, con la sensación de ser correspondido en su cuerpo.

Norisa Corme

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