Viendo el bailar de las hadas en el perturbado cielo, la magia de la locura llego al aposento de la frágil moral, mostrándole al hombre que había llegado la hora de encontrar lo que había perdido… Un blog para leer algunas ideas de personas comunes y corrientes.
jueves, 22 de noviembre de 2012
Indigente
Como un alma en pena
que ruega por el perdón de sus culpas,
un pobre ente doliente y quejumbroso
rogando por pan o vicio,
desgraciado el indigente.
Parecía un alma en pena,
un ser fantástico y horripilante,
quizá el hijo de la llorona
o el desconocido con el que tuvo su infante.
Pobre ente caminante,
alma en pena, pena viva, pena muerta,
perdido entre sus delirios y fantasías
ocasionados por el hambre y por las drogas.
Pobre ente desigual,
tan enfermo y recalcitrante,
vete ahora no vuelvas más.
Luises Pérez
lunes, 19 de noviembre de 2012
Venciendo la Timidez
Te observé en sueños,
te observé desde lejos,
te observé desde la imaginación,
te observé...
Te sentí en un tumulto,
te sentí en tus cabales,
te sentí en tus locuras,
te sentí lejano y cerca...
Te llamé con un apodo,
te hablé con timidez
y sin querer cualquier día,
en cualquier momento te toqué.
Luises Pérez
miércoles, 14 de noviembre de 2012
A solas.
Anhelo tu desprecio,
el extinguir de tu existencia,
el deseo febril de acabar esta farsa.
Mandarte a la mierda y estar solo, a solas.
el extinguir de tu existencia,
el deseo febril de acabar esta farsa.
Mandarte a la mierda y estar solo, a solas.
martes, 13 de noviembre de 2012
El Ciego
Fui leyendo como un ciego
tus curvas con mis manos.
Aunque los ojos no ven más que una silueta
el oído siente tu respiración mas fuerte,
el gusto encuentra sentido en tu sudor
y en cada abrazo se siente el corazón latente.
Como un ciego,
fui usando los demás sentidos para verte.
Con los ojos cerrados,
el cuerpo más se entretiene,
y con el cuerpo entero
siento el alma que a mí se atiene.
Con el alma activa,
leo el momento inherte.
Luises Pérez
sábado, 3 de noviembre de 2012
Cazador
Así de nuevo huyes,
te escondes, te escabulles,
disimulas tu presencia,
fantasma, espectro, sombra,
sombra de deseo y de placer.
Continúas asiéndote a la oscuridad,
escondiéndote como un criminal,
como quien huye sin merecer
perdón a la más terrible de las penas.
Vete en cuanto puedas,
en cuanto me veas,
en cuanto sientas que he llegado.
Corre con afán,
esfuérzate al menos en la huida
dame el éxtasis de tu búsqueda,
el clímax de tu encuentro,
la dicha de tu ida.
Déjame ser quien propine el último golpe.
Luises Pérez
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