Quisiera simplemente ser capaz de arrancar el dolor causado por la  infamia, pero aquella presencia, aunque triste, es necesaria, porque nos hace fuertes.

A lo calle

Un trato ligeramente sencillo, groserías, sandeces y melodías de rock rebelde. Un vino barato del que viene por garrafas, la acera de una calle peligrosa e intransitada, su tonada personal, el silbido característico que llena mis oídos. Sus primeras palabras: “te quiero ver, te quiero acabar como nadie más lo haría “ dichas al oído en un tono agresivo y carnal. Su intención inicua y sus palabras burdas fueron suficiente, me agradó. Luises Pérez

Indigente

Como un alma en pena que ruega por el perdón de sus culpas, un pobre ente doliente y quejumbroso rogando por pan o vicio, desgraciado el indigente. Parecía un alma en pena, un ser fantástico y horripilante, quizá el hijo de la llorona o el desconocido con el que tuvo su infante. Pobre ente caminante, alma en pena, pena viva, pena muerta, perdido entre sus delirios y fantasías ocasionados por el hambre y por las drogas. Pobre ente desigual, tan enfermo y recalcitrante, vete ahora no vuelvas más. Luises Pérez

Venciendo la Timidez

Te observé en sueños, te observé desde lejos, te observé desde la imaginación, te observé...   Te sentí en un tumulto, te sentí en tus cabales, te sentí en tus locuras, te sentí lejano y cerca...   Te llamé con un apodo, te hablé con timidez y sin querer cualquier día, en cualquier momento te toqué. Luises Pérez

A solas.

Anhelo tu desprecio,
el extinguir de tu existencia,
el deseo febril de acabar esta farsa.
Mandarte a la mierda y estar solo, a solas.

El Ciego

Fui leyendo como un ciego tus curvas con mis manos. Aunque los ojos no ven más que una silueta el oído siente tu respiración mas fuerte, el gusto encuentra sentido en tu sudor y en cada abrazo se siente el corazón latente. Como un ciego, fui usando los demás sentidos para verte. Con los ojos cerrados, el cuerpo más se entretiene, y con el cuerpo entero siento el alma que a mí se atiene. Con el alma activa, leo el momento inherte. Luises Pérez

Cazador

Así de nuevo huyes, te escondes, te escabulles, disimulas tu presencia, fantasma, espectro, sombra, sombra de deseo y de placer. Continúas asiéndote a la oscuridad, escondiéndote como un criminal, como quien huye sin merecer perdón a la más terrible de las penas. Vete en cuanto puedas, en cuanto me veas, en cuanto sientas que he llegado. Corre con afán, esfuérzate al menos en la huida dame el éxtasis de tu búsqueda, el clímax de tu encuentro, la dicha de tu ida. Déjame ser quien propine el último golpe. Luises Pérez

Camino

Me ha forjado el dolor de la indiferencia.
La soledad es el pan que me obliga a vivir desde nacido.
hundiste el dedo en la llaga,
has decidido, actuado y sufrido pero
finalmente solo el frío me guía a la salvación.

Pensando en nada

Me perdí en un beso imaginario, fantaseé en sus labios extrañados... Pienso sin existir, se que no existo cuando de vos se trata, ando iluso y solitario, pensando en vos, pensando en nada, pensando en todo lo que no se abarca. Ando pensando en nada, en ese bosque donde nada agrada, y que a pesar de todo, todos extrañan. Recuerda traerme de vuelta, con un beso o una cachetada y de ser posible, fingir que me extrañas como te extraño yo, como extrañas la nada. Luises

Incertidumbre

Y  he cambiado mi deidad,

por aquella diosa de artes liberales,

por vos que sos el goce en la patraña de mi tacto,

la musa que provee a mi mente el reconcomio del pecado.

En un conjunto de escuelas espectrales

me he perdido hoy al contemplarte,

hermosa ninfula de cabellos blancos…

Tienes mi futuro en tus impasibles manos.

Norisa

Yo no se

Yo no se que buscará que pensará que extrañará. Yo no se que logrará que hallará o en que andará. No entiendo aún que dirá que olfateará que sentirá. Pero aún espero que me besará que me abrasará.

Pregunta

Jamás pensé en la muerte de aquella entelequia merodeadora,

los quinqués de élestimaban una vida en suspiros oscuros y olores a cobre,

se profesaba desde el alba aquella intriga, aquel sinsabor de la tribulación

y los soplos trágicos de días tan mal vividos llamados fastuosos por el señor vago,

 de la nada salió la mano del errabundo, mientras la muerte aventuraba en su regazo,

mandriles de injurias y aves de miedos escandalosos le rodeaban

y bajo el último suspiro febril de la muerte jocosa gritaba

¿Por qué me expresé ese día a la muerte?
Norisa

Un libro

Un libro,
tus letras, uniformes y pedantes,
tus ideas, desnudas ante el mundo.

Un libro,
tu pasta dura añejada por el tiempo,
tu lomo acabado por los años.

Un libro,
tus páginas amarillosas,
arrugadas tus líneas gracias al llanto.

Un libro,
tu mundo, la fantasía de un lector
que se agasaja la mente con tus títulos.

Luises Pérez

Estar contigo con los ojos cerrados

No quisiera estar contigo,
pero si tenerte,
sería estar contigo con los ojos cerrados.

No quiero ver tu silueta,
por ello la luz apagada no es suficiente,
sería estar contigo con los ojos cerrados.

Prefiero recordar noches pasadas
y tardes viejas a tu lado,
sería estar contigo con los ojos cerrados.

Y si volvieses una vez más
y dijeses por casualidad "te quiero"
ya yo cerraré los ojos para recibirte,
Para estar contigo con los ojos cerrados.

Luises Pérez

Bajo las Sábanas

Espérame bajo las sábanas.
Ya voy en camino,
tengo el mapa en la memoria
que deberá de conducirme hasta tu tesoro perdido,
ese mapa que me ha llevado otras veces
por la selva inocente pero salvaje de tus pensamientos.

Espérame bajo las sábanas.
Estoy alistando el arma con la que he cazado tu errores,
tus mentiras, tus vilesas,
la misma arma con la que enfrenté tu orgullo
aquella noche en el invierno de tu ira,
y todo porque he decidido enfrentarme de nuevo
al amazonas que se esconde en tu mente ambigua.

Espérame bajo las sábanas.
Ya voy llegando, ya armado, ya reconociendo el territorio,
listo para domar las bestias que atacan desde tu inconsiente.

Espérame bajo las sábanas,
a mí, el indio invasor que quiere verte dormir
y que quiere aprovecharse de tus climas.

Llego bajo las sábanas.
Con la naturaleza no puedo,
me rindo bajo las copas de tus árboles,
me duermo bajo tus ramas frías.

Luises Pérez

Asesinato

yo vi,
yo fui testigo,
yo estuve presente en el asesinato
cuando con palabras le acabó la vida
y le dijo:
"Ya no te quiero,
ya no me busques,
ya no quiero nada con vos"

Luises Pérez

Hoy

Aquí estoy, ubicuo y solitario, disfrutando del tedio.
Te sientas a mi lado, ser desconocido e intangible.

En algunas ocasiones, paseando por la calle,
te he visto bailando con nubes de cristal,
simulando que la vida es ese dardo alegre que anhelamos enterrar en nuestras venas.

No intentes hablarme, no me mires,
no des la idea de querer comenzar una conversación.
¡Estoy tan plácido en mi silencio,
en mi egocentrismo mordaz!!

No quiero que me sonrías con esa intención de fondo
pretenciosa por sacarme de mi océano, de mi naufragio.
No me apetece mostrarte mi sonrisa hipócrita de afabilidad.
Hoy soy un ser sin alma, no tengo compasión por la muerte ni por el sufrimiento.
Hoy,
disfruto del dolor,
me embriago con el veneno de saber que estoy vivo.

¡Déjame!
Escóndete detrás de esa melodía con la que intentas provocar mi atención.
Será mejor que no pronuncies palabra alguna.
Mi sordidez puede vomitar elocuencias confusas y
puede manchar tu esencia con fluidos amarillentos.
Hoy
puedo transgredir tu alma.
Hoy
puedo enterrarte el filo del infinito.

Luirot Van Cimontreque

Sin título VI

Qué se queme mi garganta
cuando recite la más espinosa frase
del hastío!

Qué se pudran mis manos
cuando escriba, entre sollozos deletéreos,
el verso de la conformidad!

Danzará mi alma en azufre burbujeante.

Qué se desintegren las columnas de mi ego
al aceptar la verdad del mundo!

Qué se pierda la purpureidad de mi cielo
si decido dejar de desgarrar la existencia!
Qué expire mi vagabundear si abandono
el ideal de transgredir tu cielo, el otro cielo!

Qué muera la aventura cuando cante sumido en el mutismo,
cuando, en mi vida, lo único que reste sea esperar!

Luirot Van Cimontreque

Atrato I

Con el bezo de la mulata que alimenta al muchacho,
se acerca el bunde, reclamando a don San Pacho.
Un alma grita con aires de zambo,
el sabor a platino enciende la comparsa.
El santo va bañado en oro y el Atrato en regalos.
Y yo a lo lejos solo siento esa risa de mi negra y ese llanto del pela'o.

Norisa Corme

Soy en un gemido

Justo allí cuando arañó mi espalda
le grité de placer y dolor:
"soy el ritmo que tu quieras,
soy la pose que tu quieras,
soy la letra que tu quieras,
soy tu canción".

Talón de Aquiles

usted que se creía invencible, invulnerable y puede padecer bajo la mirada de un único personaje tal vez algo ficticio que se apodera de su imaginación.

AGONÍA

Y al morder el lóbulo de mi oreja la corriente recorrió de la cabeza a los pies, me inmovilizó como el veneno de una araña y morí entre sus brazos.

Luises Pérez

Locura

Un día cualquiera enloquezco
me enloquezco y pienso
pienso que no te tengo
no te tengo y nunca te he tenido
nunca te he tenido por que no lo quiero
no lo quiero porque mi compañía es voluntaria
voluntario el día en que la mano te ofrezco
te ofrezco la mano y la compañía
la mano la recibes te paras y te vas
la compañía queda sola y nunca te tuve
nunca te tuve y aún ahora no te tengo
en que no te tengo ni tuve ahora pienso
pienso y enloquezco cualquier día.

Luises Pérez

A la izquierda

Vi esos ojos oscuros,
esos ojos sin reflejo
tan negros como un pozo sin fondo.
Pensé: "Y si caigo en ellos
y no encuentro escapatoria"
Pero entonces dije:
"Quiero caer en ellos,
caer como si no hubiera fondo,
jamás volver a tocar el suelo".

Vi después sus brazos largos.
Pensé: "Y que pasaría
si me amarrara con sus manos como sogas
y me atara con sus dedos anudados".
Pero entonces dije:
"Quiero ser atado entre sus brazos,
que sus nudos se conviertan en parte de mi carne,
no tener libertad de nuevo,
permanecer por siempre secuestrado".

Vi entonces su boca,
esa fuente inagotable de placer y palabrería...
Pensé: "Que tal que me seduzca
y sean sus palabras mi perdición".
Pero entonces dije:
"Caeré en la tentación y escucharé sus caprichos,
haré sus palabras realidad
y le callaré de vez en cuando con un beso".

Entonces por un momento
me permitió ver un poco de corazón.
Pensé: "Solo veo una sombra,
no logro distinguir su principio y su final".
Pero entonces dije:
"supongo que deberé conocerlo"
mientras turnaba la vista
entre el espejo y mi izquierda.

Entonces me quité del espejo
y mire a los ojos de mi amante,
allí a la izquierda tan inquietante como sibilante.
No pensé y solo dije:
"Dí que sabes de mí,
permíteme conocernos mejor".

Luises Pérez

Una historia

Esto lo escribí en el 2009, no lo compartí así que aquí va

La lluvia caía sobre la gruesa capa de asfalto que cubría el sendero por el cual yo, casi sin aliento, corría a buscarte. Es muy triste ¿no lo crees? Aun después de todo lo vivido deseo estar contigo, ¡No, No te escondas! ¡No te vallas! Porque cada paso que das lejos de mi me lastima mas y mas.

La densa bruma de la noche arropa mis pasos a través del sendero que me aleja de  a ti, el viento frió recorre el nicho de la noche en el cual yo, sin esperanzas, transito en solitario para permitirme sentir la calidez de una lagrima en mi placido rostro, ¿huyes? ¿Que acaso no entiendes que soy feliz? algunos dicen que si eres mi amigo las cosas solo pueden estar peor, ¿Crees que es justo? Yo te quiero y te juro que solo deseo acompañarte en tus peores momentos, sin embargo, no debes huirme por el contrario, deja que mi felicidad te atormente.

La luz de la alborada empieza a llevarse consigo los rastros de la noche, ahí están sus dorados cabellos iluminando el triste rostro de Gea, y yo, sola, vencida por el caballero de la resignación que día tras día me atormenta. Es triste aceptarlo, pero se que nunca volverás, decidiste suprimir mi  historia. Yo solamente me puedo conformar con saber que los momentos que estuvimos juntos fueron de los mejores de mi vida y que ahora solo quedan recuerdos y tesoros en mi corazón. Algunos dicen que el pasado se debe dejar atrás, pero no debemos olvidar que lo que hacemos en el pasado nos marca para un futuro, hoy se que estas muerto pero no sabes como me duele que no me hallas dejado pasar contigo tus últimos días.

Norisa Corme

Recordando a aquel amigo Q.E.P.D. y que en su gloria sepa que es irreemplazable.

Que los días tristes siempre sean salvados por hermosos recuerdos. 

Colores

Una luz tenue ilumina tu rostro…

El color azul pinta tu mente

Las letras rojas tu ego,

El violeta tu mirada

¡Tu silueta es negra!

¡¡¡TU SUEÑOS SON NARANJAS!!!

Y a un así eres incapaz de ver el color blanca de tu alma,

Pura, tranquila y feliz.

Norisa Corme

Cuerpo y Alma

A ti, que solo deseas
te dejo el cuerpo agarrotado,
maltratado un poco por la vida,
sin embargo con algo de dignidad.

El alma me la quedo,
no es algo que merezcas,
no es algo que aprecies,
el alma me la quedo.

A vos, que deseas cariño,
te dejo el cuerpo y mi compañía,
es algo parecida a la soledad,
es enfrentarte un poco contigo mismo,
pero es una buena compañía.

El alma,
solo necesitas sentir su esencia,
no te hace falta apropiarte de ella,
el alma me la quedo.

A usted, guerrero e insistente,
a usted le dejo el alma pero no el cuerpo.
Solo buscas compañía,
pero algo más que presencial.

En tu caso el cuerpo me lo quedo,
no lo necesitas,
estás satisfecho,
mi cuerpo me lo quedo.

Sin embargo, a vosotros,
parte de un mismo ser,
un ente completo con distintas intenciones
el cuerpo y el alma se los cedo.

Algo merece cada uno,
cada uno tiene algo que quiero,
así, mi cuerpo y mi alma os pertenecen,
ninguno me lo quedo.

Luises Pérez

Todo Sabe a Todo un Poco

Sabe la menta a pura frescura,
a brisa en la mañana en un paseo de bicicleta,
a agua fría que baja la montaña
a ese tono suave de tu perfume natural.

Sabe una lágrima a sal como el mar,
como ese caldo de amor maternal para la gripa
o como el sudor luego de la labor extenuante
justo despues del placer en cama.

Sabe el rencor amargo como el limón agriado,
sabe a ese chocolate vencido,
sabe un poco a la partida de aquel ser querido
que jamás se despidió.

Sabe la sonrisa a un cierto dulzor,
un caramelo de fresa,
un exceso de azúcar,
sabe a dulce de café,
sabe como a ternura.

Tiene la vida esa sensación de sal en los cansancios,
en los esfuerzos, incluso en las desgracias acaecidas;

y tiene ese sabor fresco al bañarse en la madrugada
y al sentir el abrazo reconfortante de alguien a quien se ama.

A veces se siente ese sabor amargo
de una verdad indeseada o una mentira destapada,
quizá el sabor amargo de una nota funeraria.

Pero tambien está el sabor dulce de la dicha,
de la sonrisa robada,
el sabor dulce de la amistad sincera
y de la compañía deseada.

Existe una mezcla de sabores,
esa mezcla que es la vida, las sensaciones,
el aprender y el enseñar,
y el entender que todo sabe a todo un poco.

Luises Pérez

Inesperado

Inesperado,
como el toqueteo suave y lento
y el placer en las manos.

Inesperado aquel aliento sobre el cuello
y el frío de su piel sobre mi mano.

Inesperado el roce atroz de su pasión en mi regazo.

Inesperado el placer de mi dolor y los recuerdos de antaño.

Inesperada su sonrisa
y su partida justo al rato...

Inesperado, que yo aún me rinda entre sus brazos.

Luises Pérez

Mundos

Cuando dos personas se conocen
no son solo dos personalidades,
sino que son dos mundos que chocan.

A veces, un acontecimiento tan abrupto
que lleva a reacciones violentas
por la necesidad de un espacio para cada mundo.

En ocasiones, un hecho tan suave y coordinado
que ambos mundos se unen en un mismo baile
y terminan formando uno nuevo.

Sucede tambien que dos mundos de distinto tamaño chocan
y uno absorve al otro, y ocurre que dos grandes se parten
y forman nuevos mundos con los fragmentos,
aunque conservándose ajenos el uno al otro.

Que mundos tan complejos y tan distintos
puede haber en un único universo
aparentemente tan monótono.

Que mundos tan diversos se puede encontrar
aunque el reflejo desde lo lejos
sea como el cielo estrellado:
un único fondo con luciérnagas aparentemente inmóviles
que danzan al unísono del único tiempo.

Luises Pérez

El Balcón del Cielo

La montaña más alta por encima de las nubes,
pero sin que haya nubes, tan solo la luna
al lado de un montón de estrellas.

Que las estrellas bailen por debajo de la luna
y la ciudad se pierda, y las montañas sean solo dunas
y que mis pasos alcancen más allá de la suma
de cualquier cantidad de pensamientos.

Y entre el montón de pensamientos
se aventuran las luciérnagas
traduciendo el baile de las estrellas
que se ven en el firmamento.

Y entre ese firmamento luciernaguístico
dejar elevar el pensamiento.

Me quedaré en el balcón del cielo.

Luises Pérez

Nota mental VI

Estaba pensando en que sumergirse tanto en las banalidades es igual de interesante que incursionar en las diversiones intelectuales, pues si bien parecen opuestos, ambos nos llevan finalmente a el mismo resultado, el placer.

Norisa

Nota mental V

A veces deberías entregarte, a eso que tus ojos suplican pero que tu estupidez decididamente rechaza... mi control sobre tu alma.

Norisa

Juego

Ven a jugar, dilecto tiempo,

te prometo  que tendras su alma

si logras la muerte de su deseo

y el desgaste  de su cuerpo.

Ven libertino, diviértete,

descubre las fantasías de su reino,

concede los apetitos de la soñadora

y piérdete antes de que su turno empiece.

Norisa Corme

Agostos

Quise seguir los vientos de agosto.

Mi agosto es de esos agostos eternos
que duran varios meses
en los que las brisas para elevar cometas
llegan incluso a hacer volar dragones.

Es de esos agostos cuyas turbulencias sentimentales
nublan la visto y los sueños los convierte en pesadillas
gritando lo que el corazón despierto no se atreve.

Maldito agosto de vientos calientes
que puede quemarme las mejillas
al hacer correr las lágrimas como lava que hierve.

Cuando llegarás febrero
con tu tranquilidad bendita
a darme anocheceres.

Luises Pérez

Psicoactiva

El sol se va ocultando
y la tarde decallendo
entre las letras de un libro viejo
y el aroma de la hierba quemada
por los demás estudiantes dsitraídos
con los ojos rojos y enardecidos,
somnolientos quizá, llevados voluntaria y plenamente
por el efecto narcótico y psicoactivo de la planta.

Las hojas se agitan por el viento
y la mente ida se revuelve
entre fantasías y algarabías mentales,
toda una revolución de ideas
que se liberan de las ataduras morales
por medio de la narcótica llave
dando paso a las verdaderas personalidades.

Serás aún un ser humano
o un esclavo mas de la ilusión?

Lo importante es que halles un sueño
y no un espejismo sin razón.

Luises Pérez

Hechicera Desquiciada

Hoy hay luna llena...

Los animales pierden su cordura,
las bestias afinan los sentidos
y yo me vuelvo loco;

Loco por vos, por tu imagen, por tus abrazos.

Todo un psicópata creado por la luna llena,
esa confidente y silenciosa
testigo de tantos romances,
de tantas caricias,
de tantos golpes...

de mis golpes
a tu imaginaria silueta
sobre el reflejo tenue
de la luna llena,
ese reflejo que mi imaginación inventa...

Luna llena, hechicera desquiciada.

Luises Pérez

Sexo en el Viento

Sentados cada uno en su respectiva banca,
en la mitad de un parque ante la mirada de los transeunte,
hipnotizados por el viento que acaricia las mejillas
y transporta las palabras.

La imaginación va y viene;
nos mese la mente como una balsa a merced de las olas
y el viento transporta las caricias y los besos
haciéndonos sentir lo que no hace el cuerpo.

Se humedecen los ojos
y se herizan los vellos,
sale un suspiro...
es sexo en el viento.

Luises Pérez

Soledad

Tu cuerpo, incandescente como

un sol o un infierno

me lleva a un mundo

donde solo hay mariposas

revoloteando a mi alrededor.

Un mundo donde los amantes

se entrelazan como bosques

de cuerpos desnudos.

Pero despues de sentir tu deznudez,

sólo queda un amargo sabor a astros,

me sentí tan atrapado en una

soledumbre tan dura, tan aspera

como un desierto, como la nada...

... no hubo en el universo una

sola palabra que expresara lo

que sentía... TUS MARIPOSAS

me causaban la muerte.

Julian Palacio

Promesa

Juraste volver, si.

El céfiro baladí del entretiempo arranco tu risa,

el impetuoso sello de tu tez quemando la mía;

La podredumbre disipo las luciérnagas en tus ojos, 

De ti solo quedan las llagas de tus lágrimas en mi boca,

Mientras en un grito gutural y un abrazo eterno  recuerdo…

que tú prometías no dejarme
 ¡mentiste!

Norisa Corme, La Veuve

A los muertos y aquellos seres que ya no podemos tener cerca.

Imaginación

Y después de todo
termino imaginando su tonta sonrisa
con cosa de tres palabras
y una pequeña caricia...

caricia en el alma por supuesto
con sus tontas tres palabras
que forman un halago
y en el rostro una ligera brisa.

Luises Pérez

Banalidad

Duele, no duele.
Se siente... un poco.

Es... quizás;
lo fue... ¡seguro!

¡Pero ha pasado!

¿Pasado?
En eso me convertí
en el momento de tu partida.

¿Partida?
La de aquel día
cuando ya no te tuve.

¿Te tuve?
No del todo...
solo tuve tus palabras.

¿Palabras?
No lo eran...
más bien fueron banalidades.

¿Banalidades?
confirmalo...
si quieres,total,
ya pasó;
ya me fuí;
ya partí.

Luises Pérez

Al otro lado del cielo

Amanece al lado del cielo,
recuerdo tu rostro imperturbable
aquel misterio de alhelíes y mentiras.
y te veo desde aquí,  al lado del cielo
mientras vos andas rodeado de putas en tu infierno.

Norisa Corme

Donde andarás amigo...

A un amigo perdido
en el tiempo y el espacio

Donde andarás amigo
que te perdiste en el presente inmenso
hace ya algún tiempo...
creo que no te recuerdo.

Donde andarás amigo
desde el día de tu partida,
cambiaría ya tu vida
o seguiré siendo yo tu amigo.

Donde andarás amigo,
espero q andes feliz la vida,
que pienses en mi cada día
y recuerdes que contaste una vez conmigo.

Que te encuentres bien amigo
donde quiera que se asome tu día.

Luises Pérez

Vidrio

De colores y sin colores,
opacos y traslucidos.

Herramientas antiquísimas que nos acompañan,
espejos para belleza y hechicería,
barreras contra el bien y contra el mal,
tan neutro siempre en la sociedad,
dando agua al más paupérrimo mendigo
y vino a la corte real.

Tan simple que se ve en la ventana del hogar,
tan bello que está en el vitral de un palacio,
cuida tu imagen
si lo ves sobre un retrato y
daña el rostro si se quiebra como un puñal.

Luises Pérez